Desgraciadamente, en el momento actual, esto no es así. El consumidor se ve bombardeado por una publicidad que atrae su atención para que compre el alimento.
En muchos casos, utilizan el reclamo de eslóganes relacionadas con la salud, como: “cuida tus defensas”, “ayuda a regular el tránsito”… Al igual que añaden una cantidad necesaria de nutrientes que, como en el caso de magnesio, lo puedan utilizar para indicarnos que ese alimento contribuye al bien estar de nuestro sistema nervioso, que combate el cansancio… Técnicas por las que nos dejamos llevar sin leer los ingredientes, ni el valor nutricional, una actitud que deberíamos ir cambiando…, ya que al hacerlo, en muchos casos, descubrimos que el contenido no corresponde con lo publicitado, con lo esperado…
En el caso de la imagen compartida, podemos ver a la izquierda la información que el alimento nos ofrece en la actualidad, mientras que a su derecha nos encontramos con una realidad que verdaderamente nos daría la opción de “ELEGIR” el producto por sus ingredientes…
Por una mejor salud, nos urge aprender a interpretar el etiquetado de los alimentos.
Pilar López Martín -Naturópata
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